Láser a Diodo: Nuevos Horizontes

Salvatore-Russo - Láser de Diodo
Dott. Salvatore Russo
Contitolare e Dental Office Manager Studio Dentistico Rusaldent – Roma
Dottore Magistrale in igiene Dentale

Láser a Diodo: Nuevos horizontes de la prevención basada en la Tecnología

A principios de los años sesenta del pasado milenio el descubrimiento del láser marcó para la humanidad una etapa fundamental en el campo médico en general y en particular en la odontología. Basta pensar en la oftalmología donde se ha convertido en el instrumento terapéutico principal gracias a la acción fototérmica que trata diversas patologías, en primer lugar el desprendimiento de la retina, con la máxima microinvasividad.

Otros campos de la medicina se han beneficiado de su aporte energético como: la dermatología, la cirugía estética, la urología, la cirugía vascular, la neurocirugía y la lista podría nombrar a todas las disciplinas que requieren de tratamientos quirúrgicos de precisión.

¿Cómo podía la odontología quedarse fuera del desafío tecnológico de una energía radiante que actúa sobre los tejidos orales?

De hecho, los láseres vienen usados en el campo dental desde el 1964 con el objetivo de actuar sobre la mucosa oral, los tejidos duros del diente y el hueso alveolar sin provocar contacto, vibraciones o dolor y con el máximo confort para el paciente. A pesar del elevado número de publicaciones sobre el argumento » láser y…..» A día de hoy son todavía muchas las controversias y reticencias sobre el uso de estos aparatos electromedicales en los tratamientos odontológicos ya que como ocurre muy a menudo, viene usado intuitivamente sin haber nunca antes realizado cursos específicos sobre la materia, los cuales requieren de un aprendizaje constante y continuo como ocurre con las demás metodologías de cualquier tratamiento médico.

Haciendo memoria el 5 de abril del 2006, tras una rigurosa experimentación de 54 meses de duración, el organismo de control americano FDA (Food and Drug Administration) ha aprobado y certificado los protocolos de uso del láser,cuyo equipo de aparatos un tiempo fueron ignorados por sus grandes dimensiones, de uso complejo y a menudo de excesivo coste, convirtiéndose hoy en día en una realidad operativa tanto desde punto de vista económico como por su facilidad de manejo.

Entre las principales acciones beneficiosas del láser sobre los tejidos irradiados destacamos : la acción antiflogística, ya que debido a una mayor velocidad de la microcirculación se reduce el líquido intersticial ( el rayo actúa de forma selectiva sobre el drenaje de los vasos linfáticos terminales); analgésica, el rayo ejerce un efecto inhibitorio a nivel de la frecuencia de las descargas de los nociceptores periféricos, consiguiendo de este modo elevar el umbral del dolor, bioestimulante, la irradiación produce en los tejidos tratados una duplicación celular más rápida sin alterarlos estructural o funcionalmente.

El rayo láser además: actúa sobre la energía de la membrana mitocondrial acelerando en torno a un 23% el proceso de fosforilación oxidativa para la transformación de Adenosin difosfato (ADP) en Adenosin trifosfato (ATP); sobre los tejidos tratados favorece una bioreparación al aumentar la mitosis celular, provoca un incremento de la síntesis proteica (nuevas proteínas sustituirán a aquellas dañadas) , ejerce un incremento de los queratinocitos y las células de los vasos sanguíneos, induce el desarrollo y la proliferación de los fibroblastos, posee una importante capacidad neoformativa del tejido, aumenta las defensas inmunitarias para la activación de macrófagos y neutrófilos y ejerce además una acción antibactérica gracias a su poder de descontaminación.

Con este último término viene indicado «el proceso físico o químico mediante el cual se procede a la remoción de posibles agentes patógenos».
Gracias al efecto fototérmico y fotodinámico, con el uso de las adecuadas sustancias cromoforas, las proteínas de la membrana vienen desnaturalizadas gracias a una específica acción bactericida sin el uso o la suspensión de fármacos (por ello puede proponerse a los «pacientes especiales» quienes pueden tener prohibido la suspensión o el uso de un fármaco), con la eliminación del epitelio sulcular infectado y del tejido de granulación por evaporación, obteniendo de este modo, una rápida curación del tejido tratado. Todo esto permite,antes de su uso como tratamiento coadyuvante y no como sustituto de la terapia clásica, un desbridamientos menos agresivo de las superficies a tratar con un ahorro de tejido biológico y con el máximo confort para el paciente.

Incluso para el tratamiento de la periimplantitis de origen microbiano (desafío odontológico del tercer milenio) la acción antibactérica del láser asociada a las terapias convencionales (demostrado en el 2001 por Dortbudak y al.) da resultado en poquísimo tiempo (aprox.un minuto), reduciendo en modo considerable la carga bactérica en la zona de los implantes de pacientes con periimplantitis sin provocar daños estructurales.

En cuanto a la necesidad o no de incluir el láser en los tratamientos parodontales, hoy por hoy la sociedad científica está dividida entre defensores y detractores ( a pesar de que todos reconocen un beneficio evidente inmediato). Respecto a los otros tipos de tratamientos de prevención odontológica a día de hoy ya no se discute su efectividad: la descontaminación del surco en el tratamiento de los selladores (reduce la carga bactérica antes de colocar el material de sellado), la desensibilización eficaz y duradera, el tratamiento de las aftas, del herpes labial, de las queilitis angulares y del tratamiento estético del blanqueamiento dental.

No considerar este tipo de tecnología pone en riesgo de exclusión al profesional del presente/futuro mercado laboral ya que «a día de hoy la luz láser en odontología» deja entrever sólo una puertecita e imaginando lo que nos deparará el futuro y haciendo uso de metáforas podemos decir que «si no empezamos de inmediato a usar el utilitario será casi imposible conducir un bólido de fórmula 1 el cual la tecnología nos ofrecerá en breve».

El láser no va visto como un sustituto, si no como un válido soporte de los tratamientos cotidianos, dejando atrás protocolos clínicos poco probables, pero con un recorrido preciso y cursos serios de preparación sin olvidar que «un bisturí es un bisturí.Usado por un clínico capacitado puede salvar una vida, usado por un clínico improvisado pude también acabar con una vida, ya que el problema no es el bisturí, si no quien lo usa». Del mismo modo el láser: ¡Es una luz, pero no una bombilla!

CURSO UTILIZACIÓN DE LÁSER DE DIODOS EN LOS PROTOCOLOS DE PREVENCIÓN ODONTOLÓGICA. 2ª EDICIÓN

http://www.colegiohigienistasmadrid.org/upload/inscripcion_italianos.pdf

Fecha Celebración: 04/04/2020

DEJA UNA PREGUNTA

Please enter your comment!
Please enter your name here