Estimad@s colegas y lector@s,
Es un placer presentar otra nueva edición de nuestra revista digital, RH.
En esta ocasión me gustaría compartir con tod@s vosotr@s un maravilloso artículo escrito por la Presidenta del Comité Científico de RH, Elena Martínez Sanz. No se me ocurre nada mejor para introducir el número de agosto, y en cuanto lo leáis entenderéis por qué.
Así que os dejo que disfrutéis con la lectura del nº 61 de RH. Como siempre, agradecer a tod@s los que han participado con su trabajo para dar contenido a la revista. Sin vosotr@s no sería posible.
¡Feliz verano!
En el calor del verano, al refugio de la sombra de un árbol o en la comodidad de la climatización, surge una oportunidad única para embarcarnos en un viaje transformador: la lectura. Más allá del mero entretenimiento, los libros son unos poderosos aliados en nuestra búsqueda de la salud y el bienestar. ¿Pero cómo puede la simple acción de pasar páginas mejorar nuestra calidad de vida?
la lectura como ejercicio mental
Ramón y Cajal decía (+ info): «Leer es para la mente lo que el ejercicio físico es para el cuerpo«. Esta analogía no podría ser más acertada. Al igual que el ejercicio fortalece nuestros huesos y músculos, la lectura ejercita nuestro cerebro, estimulándolo y ayudando a prevenir el deterioro cognitivo asociado al envejecimiento (+ info). Además, sumergirse en un buen libro puede disminuir los niveles de estrés hasta en un 68% en tan solo seis minutos, según varios estudios recientes (+ info).
Un viaje hacia la empatía
La lectura no sólo nos transporta a mundos imaginarios, sino que también enriquece nuestra comprensión del mundo real y sus habitantes. Al explorar diferentes perspectivas a través de los personajes y sus vivencias, desarrollamos nuestra capacidad de empatía y nos volvemos más hábiles para conectar con las emociones ajenas. Esta habilidad resulta fundamental tanto en nuestras relaciones personales como en la interacción con los profesionales de la salud.
La medicina narrativa: el poder de las historias en la salud
En la década de 1990 surgió la medicina narrativa (+ info), un enfoque innovador impulsado por la doctora Rita Charon (+ info). Esta disciplina reconoce el poder sanador de las historias, afirmando que escuchar y comprender las narrativas de los pacientes mejora la calidad del cuidado médico. De hecho, el neurólogo Oliver Sacks (+ info), conocido por sus relatos sobre casos clínicos, ya reflexionaba sobre la importancia de ver al paciente como un ser humano integral. Sacks afirmaba: «En el examen de la enfermedad, ganamos sabiduría sobre la anatomía, la fisiología y la biología. En el examen de la persona con enfermedad, ganamos sabiduría sobre la vida«.
Empoderamiento a través del conocimiento
La educación en salud es crucial para nuestro empoderamiento como pacientes. Como dijo Marie Curie (+ info): «Nada en la vida debe ser temido, sólo comprendido«. La lectura es clave en este proceso. Al adquirir conocimiento sobre medicina, ciencias básicas, nutrición o estilos de vida saludables, comprendemos mejor nuestro cuerpo y las enfermedades que podemos enfrentar. Esto nos permite tomar decisiones mejor informadas sobre tratamientos y cuidados, colaborando activamente con los profesionales sanitarios.
La lectura también nos proporciona herramientas para la prevención de enfermedades y el mantenimiento de una buena salud. Al entender los procesos de nuestro cuerpo y los factores que influyen en nuestra biología, podemos adoptar hábitos más saludables y tomar medidas preventivas con base científica. Comprender lo que nos sucede reduce la ansiedad y el miedo asociados a las enfermedades y tratamientos médicos, mitigando la incertidumbre.
El verano: una oportunidad para crecer
Las vacaciones y las largas tardes estivales son ideales para desconectar de la rutina y dedicarnos al autocuidado a través de la lectura. Para empoderarnos como pacientes, podemos explorar plataformas de divulgación científica, como The Conversation (+ info), o adentrarnos en libros especializados. Numerosos autores, como la doctora Kate Lorig, pionera en autoeducación para pacientes con artritis (+ info) y otras enfermedades crónicas (+ info), han ayudado a innumerables personas a manejar mejor sus condiciones de salud mediante sus escritos.
El poder sanador de la lectura
La medicina narrativa (+ info) y la lectura comparten un profundo vínculo en su capacidad para sanar y enriquecer nuestras vidas. La primera nos enseña a escuchar y entender las historias de los demás, mientras que la segunda nos invita a explorar nuevos mundos y a reflexionar sobre nuestra propia existencia. En su libro «El hombre que confundió a su mujer con un sombrero» (+ info), Oliver Sacks recuerda que un buen médico debe ser un «narrador competente, capaz de escuchar las historias de los pacientes, de entender y honrar sus significados, y de actuar en el mundo real del paciente«.
En una época frenética que nos obliga a buscar momentos de calma, la lectura se presenta como una aliada para una vida más plena y saludable. Nos forma, nos empodera y nos ayuda a tomar el control de nuestro bienestar. Así que este verano, mientras buscas refrescarte, considera sumergirte en las páginas de un buen libro. Podrías estar dando el primer paso hacia una transformación que mejore tu mente, tu salud y tu vida.
Autora: Dra. Elena Martínez Sanz (Presidenta del Comité Científico de RH)