
Autora: Tania Elvira Ballano
-Higienista bucodental desde 2010
-Técnico de Prótesis Dental
-Responsable del área de investigación del
CPHD de Aragón
-Autora de artículos y pósteres científicos
-Ponente en diversos cursos y congresos

Autora: Cristina López Callén
-Higienista bucodental desde 2014
-Docente en grado superior de higiene bucodental
-Miembro de la junta del CPHD de Aragón
-Autora de artículos y pósteres científicos
-Ponente en diversos cursos y congresos
Introducción
Los torus maxilares y mandibulares son formaciones óseas benignas que se encuentran en la cavidad oral, específicamente en la región de los arcos dentales. Estas estructuras, que pueden presentarse de manera unilateral o bilateral, están compuestas por tejido óseo esponjoso y cortical, y su tamaño y forma pueden variar considerablemente entre individuos, constituyendo una variabilidad anatómica de
interés en el campo de la odontología y la cirugía maxilofacial. Aunque su origen exacto no se comprende completamente, se ha sugerido que su desarrollo puede estar influenciado por factores genéticos, mecánicos y ambientales. Su prevalencia en la población general, aunque no es elevada, es suficiente para que se reconozcan como un aspecto importante en la práctica odontológica.
Generalmente no causan síntomas ni requieren tratamiento pero su presencia puede complicar procedimientos odontológicos. Esto resalta la importancia de un diagnóstico preciso y una adecuada planificación de tratamientos en pacientes que presentan estas formaciones. Además, el conocimiento de su morfología y características es esencial para evitar intervenciones innecesarias y reducir la ansiedad del paciente.

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