Varios autores
Autora principal: Charlotte Lagny
(Técnico Superior en Higiene Bucodental)
Trabajo presentado a los Premios Revista Higienistas Dentales Marisa Casares
PROTOCOLO CLÍNICO Y AMBULATORIO EN LA PREVENCIÓN DE CARIES ASOCIADA AL SÍNDROME DE HIPOMINERALIZACIÓN INCISIVO-MOLAR.
TOMA DE DECISIONES CLÍNICAS
El síndrome de Hipomineralización incisivo-molar (MIH) fue descrito por primera vez por Weerheijm en 2001, para definir una entidad clínica caracterizada por defectos en la superficie del esmalte afectando a molares y/o incisivos, con machas de color blanco tiza en estadios más leves al marrón opaco en fases más severas, llegando incluso a producirse fracturas en el esmalte tras la erupción dental de estas piezas, conllevando en el peor de los escenarios a una pérdida temprana del diente afectado, además en algunos casos los familiares y el propio paciente tienen la creencia de que el primer molar definitivo es aún una pieza decidua, a la que se le presta menos atención en la higiene oral y no es hasta que aparece un cuadro de dolor o disfunción cuando acuden a la consulta dental.
Actualmente se conoce que estas lesiones son un defecto cualitativo del esmalte, el cual se produce por una alteración en los ameloblastos durante la fase de maduración, aunque su etiología es todavía desconocida. Aunque tradicionalmente se achacaban a problemas perinatales como fiebres en el embarazo, tabaquismo o alguna enfermedad sistémica de la madre incluso problemas en parto o la falta de oxígeno al nacer (Silva MJ., 2016), algunos autores en estudios recientes han reflejado que la causa no está ligada a un factor determinado, sino que detrás de este síndrome hay condiciones tanto sistémicas como externas (el estilo de vida o factores medioambientales) que en su combinación que pueden ser los desencadenantes de esta patología (Gatón-Hernández P., 2020; Silva MJ., 2016; Mast P., 2013).
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