Agustín Casas – Sonia Rodríguez

Damos comienzo a la serie de entrevistas de equipos inspiradores.

En esta ocasión contamos con el equipo formado por el Dr. Agustín Casas y la higienista Sonia Rodríguez, profesionales de referencia en el campo de la Periodoncia e Implantes. Ambos son el alma mater de la Clínica Perioalcorcón donde desarrollan su labor asistencial.

Sonia, Agustín, ¿Cuándo y cómo empezasteis a trabajar juntos? Contarnos vuestra historia como equipo.

Sonia.- Comencé mi andadura en el campo de la Periodoncia e Implantología en exclusiva en el año 1998. Ese año me incorporé al equipo clínico de los Dres. F.J. Alández, M. Carasol y J.I. Herrera. En aquel momento y durante muchos años, su clínica fue uno de los centros de referencia nacional para el tratamiento de las enfermedades periodontales y en los tratamientos restauradores con implantes.

En el año 2000, para mejorar la atención de los pacientes, nos mudamos a una clínica más amplia y mejor preparada, contábamos con tres consultas, siete gabinetes de higiene y dos más habilitados como quirófanos. Además, también se aumentó el número de los miembros del equipo de salud bucodental, siendo ese momento para mí decisivo pues asumí mayor responsabilidad y nuevas funciones.

Agustín.- Justo en ese año yo finalicé mi formación en el Master de Periodoncia de la Universidad Complutense de Madrid. Fue terminar e incorporarme a ese gran equipo de salud oral que los doctores Alández, Carasol y Herrera estaban formando. Y digo lo de gran equipo por lo numeroso, pero también por lo cualificado que era.

Integrarme en ese equipo supuso una experiencia increíble, que echando la vista atrás cambió mi vida. Fue un aprendizaje intensivo, muy duro, pero a la vez muy gratificante. Una etapa en la que me desarrollé profesionalmente de una forma que ni siquiera me hubiera imaginado.

Fue allí y con ellos donde entendí la importancia de la prevención, del trabajo en equipo, del valor del higienista dental y de todos los valores positivos que aportan a la atención oral. El equipo de higienistas era tan competente, tan bien formado y riguroso que daba realmente un gustazo tratar a los pacientes con su colaboración.

Sonia formaba parte de ese equipo. Allí nos fuimos conociendo compartiendo nuestro día a día en la atención de los pacientes.

Sonia.- Para nosotros fue decisivo el año 2003, cuando nos propusieron a ambos, ser los responsables de poner en marcha una sede de la clínica en Alcorcón y acercar nuestro servicio exclusivo de Periodoncia e Implantología tanto a la población de la zona sur de Madrid como a los numerosos odontólogos que nos referían pacientes desde esta área.

Ahí empezó una nueva aventura, donde no sólo continuamos ejerciendo nuestra labor clínica habitual, si no que fue una gran oportunidad y escuela para ambos, el trabajar juntos en la gestión del centro y en su dinamismo y crecimiento.

Desde el primer día, en ese proyecto que iniciamos desde cero, hemos compartido la misma visión de la odontología centrada en el paciente y la misión de mantenerlos comprometidos con su salud.

Agustín.- Y desde entonces, han pasado ya 20 años. Durante todo este tiempo, nos ha tocado vivir muchas experiencias, muchísimas buenas y algunas malas. Hemos tenido que evolucionar e ir adaptándonos a las nuevas situaciones, pero después de todo lo vivido lo que sigue siendo una constante es que seguimos formando equipo. Además, actualmente en un proyecto nuevo y más personal, nuestra propia clínica dental. Ha llegado el momento de continuar con nuestra labor asistencial, pero “a nuestra manera”; potenciando nuestros valores como equipo y que resumimos en una palabra que nos hemos inventado, el “Sonritivismo”. Nos importan los pacientes e intentamos hacer una odontología basada en resolver sus necesidades y en atender sus prioridades.

¿Qué significa para cada uno de vosotros el trabajo en equipo?

Sonia.- Para mí, el trabajo en equipo lo entiendo como que cada uno tenga claro y asuma su rol de forma responsable, respete y valore el rol del resto de los miembros e identificarse con los valores que hacen que ese equipo se dirija al completo en la misma línea y dirección.

Agustín.- Es el día a día. Es lo esencial. Es lo imprescindible. Hoy en día la atención sanitaria en general, y la odontológica en particular no se entiende sin los equipos de salud bucodental. Una buena atención sanitaria es la suma de buenas atenciones desde la recepción, pasando por auxiliares, higienistas y doctores. Todos con una misma filosofía de trabajo y alineados en el mismo objetivo a cumplir, que es conseguir la satisfacción del paciente.

Dr. Casas, en una clínica de periodoncia e implantes, según su experiencia, ¿Qué valor o valores aporta un gabinete de higiene y prevención bucal? Sonia, ¿qué nos dices sobre este tema?

Agustín.- ¿Qué valor le das a un corazón? Es el músculo que bombea la sangre a todos tus órganos y te mantiene vivo. Pues el gabinete de higiene y prevención es el corazón de la clínica. Es el que mueve a los pacientes, el que los hace regresar a sus revisiones, con el que se fideliza a los pacientes, con el que se gana la confianza de los mismos porque te permite conocerles en profundidad y cuidarles, porque te permite enseñarles lo importante que es mantenerse en salud. Es el que mantiene a largo plazo nuestros tratamientos y con el que educamos a los pacientes. Para mí el éxito de una clínica dental en el tiempo, es tener unos protocolos de prevención realizados por esos gabinetes de higiene y prevención perfectamente coordinados, diseñados y ejecutados.

Sonia.- Un gabinete de higiene, es el medio por el cual se ejerce una de las mejores medicinas, en este caso la odontología preventiva.

No sólo educamos al paciente en buenos hábitos de cuidados y salud oral, cada vez trabajamos más la línea de hacer promoción de la salud general desde el entorno dental, cómo motivar a nuestros pacientes a dejar el hábito tabáquico, asesorarle sobre una alimentación equilibrada y consejos para evitar el sedentarismo.

Además, todo lo que conlleva esa parte educacional del paciente, trasciende a su entorno cercano, como es el caso de los padres a sus hijos, creando una autentica escuela de salud.

Sonia, Agustín, en vuestra opinión, ¿cuál es la clave para fidelizar pacientes?

Sonia.- Los pacientes no pueden realmente valorar nuestra capacitación o adiestramiento, pero si aprecian la dedicación que le damos, la empatía, la sinceridad, la honestidad y en este caso, la experiencia dental que les hacemos vivir.

Cuando un paciente percibe en ti esas cualidades y recibe una experiencia positiva, te entrega su confianza absoluta.

Agustín.- Se consigue fidelizar a un paciente cuando lo conviertes en el centro de tu labor asistencial. Cuando les tienes en cuenta, cuando diseñas los tratamientos pensando en ellos, valorando sus limitaciones o sus puntos fuertes y piensas en lo que será mejor para ellos de una forma individualizada. Además, los incorporas en la toma de decisiones y participan de forma activa en su tratamiento. Tengo la impresión que hoy en día se dan dos tipos de atención en odontología bien diferentes. Los equipos que venden tratamientos y los equipos que tratan pacientes. Y, obviamente son estos últimos lo que son capaces de fidelizar a los pacientes, y no los que anteponen el tratamiento frente al paciente.

¿Cómo veis el futuro de la profesión?

Sonia.- Yo como higienista creo que nuestra profesión aún es un potencial poco aprovechado. Confió que nuestra presencia aumentará, sobre todo, en el entorno de la sanidad pública, a la cual accede toda la población y desde donde se puede hacer una gran labor de prevención y de promoción de la salud.

En el entorno privado, espero que cada vez nuestro campo de acción se ajuste en exclusiva a nuestro perfil profesional cada vez más formado.

Agustín.- El futuro lo veo en la especialización y en los equipos multidisciplinares. La atención odontológica en relativamente poco tiempo ha pasado de hacer un solo tratamiento, la exodoncia, a una gran cantidad de tratamientos cada vez más sofisticados, más predecibles, menos invasivos y con más ayuda de la tecnología.

¿Y la formación en cada una de vuestras disciplinas?

Sonia.- Desde luego, somos un colectivo inquieto, muy comprometido con la formación continuada y cada vez con perfiles más especializados por campos de prevención, lo que desde luego es un claro beneficio para cualquier miembro de la población.

Pero opino que la formación curricular de técnico superior en higiene, debe ser actualizada, ampliada y mejorada, acorde con la realidad de nuestra práctica clínica.

Agustín.- La formación continuada es algo muy necesario en nuestra profesión. Y eso es algo que no debemos olvidar y a la que debemos dedicar tiempo de forma regular. Afortunadamente, si somos disciplinados y sacamos ese tiempo, existen muchas opciones de formación para el odontólogo adaptadas a nuestras necesidades. Por otra parte, estoy totalmente de acuerdo con lo que ha dicho Sonia sobre la formación de higienistas, se debe trabajar en actualizarla para que se asemeje a la formación que reciben en el resto de países europeos.

¿Consideráis importante la participación del equipo en sociedades científicas y colegios profesionales?

Sonia.- Es una relación necesaria. Las diferentes entidades nos conectan con los hallazgos científicos y son una fuente extensa de formación y el equipo se alimenta, crece y mejora, para ofrecer la mejor odontología a nuestros pacientes.

Agustín.- La cara más visible de las sociedades científicas o los colegios profesionales suele ser la formación que fomentan para sus miembros. Obviamente, en ese punto, la conexión con los equipos de salud oral es importantísima y debe ser bidireccional. El equipo debe participar de forma activa en las actividades organizadas por las sociedades científicas y colegios para estar al día y así poder ofrecer a sus pacientes la mejor atención. Pero también como equipo debe ser generoso y compartir con los demás compañeros, todos sus aprendizajes, todas sus experiencias, todos los retos superados, y porque no, también los fracasos. Porque es así como realmente se aprende, evolucionamos como rama sanitaria y conseguimos mejorar la salud oral de toda la sociedad.

La parte menos visible de las sociedades científicas y los colegios suele ser la lucha por la defensa de los diferentes colectivos que representan. Hay muchos compañeros que dedican parte de su tiempo en esta parte mucho menos visible, más ardua y muchas veces menos valorada pero que es tan importante y tan esencial. Así que aprovecho para animar a todos los compañeros a que participe en las sociedades y en los colegios, que se impliquen en la medida que pueda porque al final conseguir avanzar depende de todos.

Para terminar, ¿Qué consejo/os le daríais a los profesionales que están comenzando?

Sonia.- Pues cómo profesional sanitario, que mantenga viva su vocación y pasión por la profesión, que tenga siempre un espíritu de mejora y que ofrezca a sus pacientes la mejor versión de sí mismo cada día.

Agustín.- Mis dos recomendaciones sería primero que conozcan a sus pacientes. Es decir, que se interesen y se preocupen por ellos y eso se resume en que los escuchen, los entiendan e intenten empatizar con ellos. Y el segundo que dediquen tiempo de forma regular a seguir formándose.

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